Resumen
La doctrina insurreccionista representaría una temática substancial para la construcción nacional en México al fundamentar la legitimidad de la independencia y los prístinos gobiernos. Los políticos decidieron no mencionarla en la constitución de 1824, ya que tácitamente la consideraban ligada al derecho natural. Pero, tras la rebelión de la Acordada en 1828 reconsideraron esta postura. La historiografía presenta escasos acercamientos a tal doctrina en la rebelión. Así, esta investigación busca subsanar dicha ausencia. Muestra de qué manera la prensa yorkina buscaría de forma previa no solamente justificarla, sino promoverla. Analiza de qué forma la prensa yorkina intentaría legitimarla al argumentar una opresión pedracista. Finalmente, revela las consecuencias de esta asonada para la cultura política venidera.